Para inaugurar el mes de
noviembre nos envía Jorge Erostarbe, de 2º de la ESO, una magnífica reseña de Breaking Bad, tan exhaustiva como lúcida
y entusiasta, demostrando que el arte, cuando es bueno, es apto para cualquier
edad –o casi-. Quien desde aquí os escribe se confiesa, como él, devota
seguidora de las idas y venidas de Walter y Jessie y os recomienda
encarecidamente que hagáis caso a Jorge y veáis, veáis...
Decir que Breaking Bad es
una de las mejores ficciones televisivas de los últimos 20 años no es exagerar
absolutamente nada. Adéntrate con nosotros en esta sorprendente serie que,
desgraciadamente, ya ha finalizado su andadura con la emisión de
"Felina" el último episodio de la quinta temporada.
Vince Gilligan, principal
responsable de esta serie, ha creado -probablemente sin darse cuenta de hasta
dónde iba a llegar- una de las mejor series jamás vistas.
Nos narra la historia de un
hombre, llamado Walter White, que está a punto de tirar la toalla por las
dificultades que le pone la vida, después de haber hecho una vida impecable repleta
de bondades y cuidándose al máximo.
¿Qué ocurre si de repente os
digo que a este pobre hombre le diagnostican un cáncer de pulmón inoperable y
le avisan de que le quedan dos años de vida? ¿Y si os digo que tiene una mujer
recién embarazada y un hijo discapacitado al que sobreprotege? Bueno, pues así empieza
Breaking Bad, que narra la historia
de este pobre cordero que necesita conseguir dinero antes de que llegue su hora
para así poder mantener a su familia mientras él no esté.
Tras estar cegado por el agobio,
acompaña a su cuñado, trabajador de la “DEA” (Drug Enforcement Administration, traducido, Administración de
Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas) a una especie de encerrona a una casa
en la cual se supone que están cocinando metanfetaminas y, efectivamente, allí
estaba un hombre llamado Emilio, cocinando en su laboratorio.
Cuando Walter se queda solo, ve
cómo sale por el tejado un ex alumno suyo, Jessie Pinkman, desde la habitación
de una chica en sujetador, acompañado todo esto de una bonita melodía llamada “Tamacun”, que perfecciona con hábil maestría ese
momento que desencadenará la serie de principio a fin.
O esos geniales momentos de acción
de cada capítulo acompañado de una canción mezcla de hip-hop y rock alternativo llamado “Apocalypshit” de Molotov.
O esas escenas tan buenas
acompañadas de esa canción estilo reggae
llamada “The In-Crowd”
O esa preciosa canción que
reúne con maestría ese impresionante final del primer episodio llamada “Out Of Time
Man”, dejándonos claro que no estamos ante una serie corriente, sino ante un
viaje del que nunca querremos acabar.
Todo esto se lo debemos a Dave
Porter, el compositor sin el cual esta majestuosa serie no habría sido lo
mismo.
Qué buenos recuerdos os llevaréis,
si os aventuráis a empezar esta serie de la mano de Walter y de Jessie, dos
nombres que difícilmente saldrán de vuestro subconsciente. No quiero seguir
contándoos más cosas de ese primer capítulo ya que lo pasaréis mucho mejor si
lo veis vosotros mismos.
El reparto nos deja
boquiabiertos con las impresionantes actuaciones de los protagonistas, que nos
harán saltar las lágrimas en algunos momentos, pues esta serie no es un camino
todo de rositas, tendrá momentos muy duros que los más sensibles tendréis que
pasar con el paquete de pañuelos encima de vosotros.
Una de las cosas que más gustan
de la serie es cómo, poco a poco, al paso de los capítulos ambos protagonistas
evolucionan haciéndonos ver en su capítulo final -por lo que he oído, yo no la
he acabado- lo que realmente la vida es, y enseñándonos que las cosas no
siempre son como queremos. Según dicen, uno de los mejores finales de la
historia de la televisión.
Al igual que la serie, es hora
de que me despida, ya que esto va a ocupar demasiado y robar protagonismo a las
terroríficas historias de Halloween
de los alumnos de 4º de la E.S.O. Y, ya de paso, aprovecho; compradles
bombones, por favor, que se merecen ese
viaje de estudios. ;)