viernes, 29 de mayo de 2015

POEM FROM A DEADMAN (BY JAKE LIGHTFOOT)



Llevamos un curso de lo más productivo, con entradas dedicadas a la crítica literaria, televisiva, cinematográfica -de nuevo, ¡gracias, Jorge!-, a la ficción narrativa, al artículo reivindicativo... Andábamos, eso sí, un tanto cojos en el apartado de lírica. Hasta hoy. Pues recién llegado del Dpto. de Inglés, nos llega este magnífico poema de Jake Lightfoot, escrito en su lengua materna, y que, en opinión de quien les habla, es una muestra más de la pasmosa sensibilidad y la singularidad de su autor.
¡Bravo, Jake!
Poem from a deadman

“Dead! Dead!” That’s what they said.
As those words bounced inside my head
I was only lonely, afraid to touch
‘Cause your life, your heart, I could not catch.

“Dead! Dead as a deadman!” They cried.
While I walked, alone, through the coldness of your eyes,
You liked to smile, seeing me fall,
When I bit by bit was ready for more

Dead! Dead! And never alive, they lied
Sooner I noticed I could say “goodbye”.
Deadman was my name until I couldn’t go lower. Seeing I couldn’t fall, I rose, I rose as someone who was alive.

Jake Lightfoot (3º ESO)

lunes, 25 de mayo de 2015

CONTRE TOUT (VÍCTOR M. LATORRE)



Dicen por ahí que hay entre nuestros estudiantes algunos que discuten la utilidad de estudiar francés. Su más que comprensivo profesor ha decidido dejar que lo digan sin tapujos, no sabemos si en román paladino o en la lengua de Moliére. Próximamente, en cuanto tengamos la revista entre nuestras manos, saldremos de dudas. Mientras tanto, no nos resistimos a traer a nuestra polvorienta esquina lo que Víctor tiene que alegar en su bilingüe defensa. Desde aquí, por supuesto, no podemos sino felicitarlo, una vez más, por su generosidad y sentido del humor, tan cáustico como certero, y desde la trinchera vecina le gritamos Courage, mon ami!
                                                          

Hace mucho que me pregunto por la posible utilidad del francés hoy en día, más allá de que ahora mismo me dé de comer, claro está.
El francés es hablado por un pequeño reducto de galo-europeos de poco más de 274 millones de personas, lo que lo convierte sólo en el decimotercer idioma más hablado del mundo. Cierto es que es la segunda lengua en relaciones internacionales pero esto se puede atajar. Ya sólo por su reducida utilidad por numero de hablantes, la necesidad de su aprendizaje es muy dudosa. Y realmente, tampoco es un país económicamente muy boyante y está perdiendo la partida frente a enemigos “más flamantes” como el inglés, el alemán o el chino. De hecho, ahora mismo, podríamos comunicarnos en inglés en cualquier parte del globo por lo que podríamos eliminar el aprendizaje de un idioma tan oneroso, irregular y difícil de pronunciar. Puestos a ello, sería mejor aprender alemán o chino, mucho más cercanos, familiares y fáciles.
No quiero proponer con esto la eliminación del francés de los planes de estudio, por supuesto. Basta con dejarlo morir, pues al fin y al cabo, acabará sucumbiendo ante la “selección natural” del Capital como lo harán otros idiomas fósiles como el euskera, el catalán el occitano, el gaélico y otros tantos. Y realmente, si podemos comunicarnos en inglés, ¿para qué el alemán o el chino? Quizá también desaparezca su aprendizaje, según este principio de economía de los idiomas: con uno nos vale, y será el más exitoso y, sobre todo, el más sencillo. “Yo como hablo español, no me preocupé...
Es cierto que hay filósofos que afirman que conocer otros idiomas ayuda a conocer otras estructuras mentales, al Otro Cultural y por ende, a nosotros mismos. Pero no nos engañemos: este argumento está sobrevalorado y esos perroflautas tampoco nos ayudan a aprovechar mucho el tiempo en las escuelas. Y los secuaces de estos, esos que se atreven a distraer la cabeza de nuestros herederos con idiomas cuyos hablantes llevan muertos cientos de años, o peor aún, que están prácticamente en quiebra, creo que podrían ser eliminados de los planes de estudio igualmente.
Inglés y Ciencias, ahí está el futuro. ¡la última frontera! Y en la Historia tampoco veo mucho futuro que se diga. Así, ya tenemos los planes más centrados. La geología y la astronomía, al menos, pueden ayudarnos a detectar amenazas interiores y exteriores que amenacen la vida en el planeta.   Y la medicina hará que vivamos cientos de años. Con las matemáticas tampoco hace falta pasarse, últimamente los físicos y los matemáticos están llegando a sitios por los que las empresas ya no están muy dispuestas a pagar... las matemáticas son las siervas de nuestras necesidades. ¡Qué se han pensado!
Ya ven que no debemos desperdiciar ni un minuto del tiempo de formación de las futuras generaciones en ninguna de las fruslerías de las que hemos hablado. Ahora tienen verdaderas armas para tener un buen trabajo y un prometedor futuro, una vida larga, intensa y plena de sentido, llena de lecturas, de viajes a otros países, conociendo otras gentes... Claro que ahora que lo pienso, si sus idiomas eran absurdos, dudo mucho que su cultura no lo sea también. Una vida plena de sentido... ganando mucho dinero,
Y si la Tierra llega a aburrirles, no se preocupen, el avance de la ciencia no sólo nos ayudará a alargar nuestras intensas y satisfactorias vidas sino que también nos podrá ayudar a conquistar otros mundos desconocidos a los que hacer el gran regalo de esta Nuestra Gloriosa Cultura Humana. 
Víctor Manuel Latorre Rodríguez
_____________________


Longtemps je me suis demandé à propos de la possible utilité du français aujourd’hui, au delà qu’il me donne à manger, bien sûr.

Le français est parlé par un petit réduit de gallo-européens (qui résistent) d’un peu plus de 274 million de personnes, ce qui ne la convertisse qu’en la treizième langue la plus parlée du monde. Certes, aussi est-il la seconde langue dans les Relations Internationales, quelque chose qu’on peut encore arranger. Tel petit nombre de parlants fait penser sérieusement au besoin de son apprentissage puisqu’il est très douteux. Maintenant, d’ailleurs, on doit avouer que la France n’est pas économiquement un des pays les plus florissants et c’est pour cela que le français perd de plus en plus son influence par rapport à des ennemis plus éblouissants, voir l’Anglais, l’Allemand ou même le Chinois. En fait, maintenant on pourrait nous communiquer uniquement en Anglais dans quelque part du monde et par conséquent ce serait possible d’éradiquer l’apprentissage d’une langue si lourde, onéreuse, irrégulière et difficile à prononcer. Ce serait mieux d’apprendre l’allemand ou le chinois, plus proches, familiers et faciles chez nous.   

Je ne veux aucunement proposer pourtant l’élimination du français, bien sûr. Il suffit de le laisser mourir. Tout compte fait, il terminera par succomber au jeu de cette “sélection naturelle” du Capital, de même que d’autres langues fossiles, savoir est, l’Euskara, le Catalan, l’Occitan, les Gaéliques, etc. Mais, si on suit cet argument, qu’est-ce qu’il sera de l’Allemand ou du Chinois? D’après ce principe d’économie de langues, peut-être son apprentissage disparaitra-t-il de nos lycées: il en suffit avec une, et cela ne sera que celle de plus succès, la plus puissante et surtout la plus abstraite et simple. Heureusement, on parle Espagnol... ainsi que, “comme je n’était ni Allemand ni Chinois, je n’ai rien dit...”     

Effectivement, il est vrai qu’il y a des philosophes qui affirment que la connaissance de différentes langues peut aider décidément à la connaissance d’autres structures mentales ou de l’Autre (culturel) et, par conséquent, de notre propre langue et nous mêmes. Mais, soyons sincères: cet argument-ci n’est que surestimé et ces gens-là, les philosophes, n’aident pas non plus à profiter le temps aux lycées. Encore, ses acolytes, qui n’osent que distraire les têtes de nos héritiers avec des langues mortes depuis longtemps, ou pire, ruinées depuis longtemps et à jamais, subiront le même destin: la disparition.  

Anglais et Sciences, c’est là le futur! La frontière dernière! Mais je n’en vois pas trop dans l’Histoire. C’est comme cela qu’on aura des plans plus utiles... La géologie et l’astronomie, pour le moins, peuvent nous servir à nous défendre de menaces, intérieures ou extérieures. Aussi la Médecine nous fera-t-elle vivre une centaine d’années. Et à propos des Maths... il ne faudra pas se passer. Dernièrement, certains mathématiciens ou physiciens prétendent d’atteindre des lieus pour lesquels les entreprises ne son pas trop prêtes à payer. Les mathématiques doivent servir à nos besoins, qu’est-ce qu’on a pensé!   

Comme vous pouvez observer, on ne devrait pas dépenser le temps de formation des générations futures avec les niaiseries dont on a parlé ci-dessus. Ce sera comme cela qu’elles seront fournies des armes à avoir un très bon travail, un futur vraiment prometteur et une vie longue, intense et pleine de sens, pleine de lectures, de voyages pour connaître d’autres lieus, d’autres gens... Mais zut alors! Si leurs langues étaient absurdes, j’hésite que leur culture et leur pays ne le soient pas aussi... En tout cas, une vie pleine de sens... et d’argent. 

Bref, si la Terre même peut arriver à vous ennuyer, pas de souci: le progrès de la science vous aidera non seulement à prolonger vos satisfaisantes et intenses vies mais aussi pourra-t-elle nous aider à la conquête d’autres mondes inconnus où installer à nouveau Notre Glorieuse Culture Humaine.

Víctor Manuel Latorre Rodríguez

miércoles, 13 de mayo de 2015

CERTAMEN DE RELATOS DEL IES DOCTOR SANCHO DE MATIENZO (V)



Abandonamos el género de terror -¡buf!- para sumergirnos de lleno en la ciencia ficción, salpicada, por aquí y por allá, de tintes macabros y de un humor negro marca de la casa. El título de hoy es “El lunar”, del bueno de Fernando Pérez Sañudo, de 2º de Bachillerato, que ha obtenido el primer premio en la categoría C, para alumnos de 1º y 2º de Bachillerato.
Dejad de lado vuestros prejuicios sobre el género porque “El lunar” es un relato redondo y divertido sobre los peligros de la hipertrofia tecnológica y sobre cómo aquello que deseamos puede volverse contra nosotros mismos. ¡Enhorabuena, Fernando!

EL LUNAR
(FERNANDO PÉREZ SAÑUDO, 2º BACHILLERATO)
            -Como ya les aseguré hace dos meses, el producto está listo y personalizado según la ficha que rellenaron –les informó el dependiente que les había atendido la última vez que fueron a aquella oficina.
Ricardo Bilbao miró a su esposa con una sonrisa de satisfacción.
            -En Corpus Machina nos tomamos nuestro trabajo muy en serio. El 96% de nuestros clientes aseguran que los productos que ofertamos realizan correctamente sus funciones y se corresponden con las peticiones y sugerencias de nuestros compradores –prosiguió apoyando sus manos sobre la mesa- Ya saben que nuestra empresa fabrica androides basados en modelos humanos. Ustedes, el matrimonio Bilbao-García, solicitaron el día dieciocho de enero un modelo Gines con las siguientes características, ¿correcto?
Lobelia García leyó la ficha que el dependiente había situado sobre el escritorio y comprobó que cada una de las casillas que contenían los datos sobre la personalización del producto eran correctas.
Marido y mujer firmaron en el último recuadro que había en la hoja, junto al sello azul de la empresa.
            -Correcto –sentenció Lobelia Bilbao y le devolvió la ficha al dependiente.
            -Bien, solo queda mostrarles el resultado final. Después solo tienen que abonar lo que falta del pago y el producto es todo suyo.
El matrimonio asintió casi al mismo tiempo mientras el encargado sacaba de un cajón metálico un mando a distancia que situó sobre la mesa.
            -El Gines ofrece múltiples posibilidades que los modelos anteriores no poseían. La inteligencia artificial ha sido mejorada, siendo totalmente acorde según la situación que se esté viviendo. No obstante, ustedes pueden alterarla utilizando estos botones de aquí o con el control de voz y olvidarse de la tensión de tener una hija adolescente. Desde Corpus Machina les aseguramos que no notarán diferencia con ella–explicó entregándole el pequeño mando a distancia a Ricardo Bilbao.
Este pulsó el botón de encendido, que se iluminó con una luz amarilla y, en poco tiempo, su compra entró en la oficina con unos movimientos muy realistas y naturales. La piel y los cabellos habían sido recreados con gran precisión y detalle.
            -Como pueden comprobar, el resultado es excepcional.
Lobelia García frunció el entrecejo cuando observó los pómulos rosados de la réplica robótica de su hija.
            -Pero… Hay un error –anunció con preocupación.
            -Eso no es posible, señora Lobelia, Corpus Machina ha seguido todas las directrices.
            -¡Le digo que hay un serio error! –exclamó como una energúmena.
Ricardo trató de calmarla, pues Lobelia padecía de claustrofobia y convenía actuar con cautela cuando le azotaban aquellos brotes de estrés.
            -Falta el lunar de su mejilla –añadió Lobelia mostrándole al dependiente una foto de carnet de su hija.
            -Sin duda algo prescindible –reprochó el dependiente atándose la chaqueta de su traje.
            -En absoluto. Es totalmente imprescindible. Sin ese lunar es como si no tuviese personalidad alguna. ¡Qué digo, como si no tuviese cerebro! –lo reprochó Lobelia.
            -Como ya he dicho, Corpus Machina se toma muy en serio su trabajo. Su modelo Gines ha sido probado y funciona correctamente. Miren: ¡Gines 208, habla! –ordenó al robot.
            -¡Deja de comportarte como una loca, mamá! Me avergüenzas –habló con una voz muy humana.
Ricardo se estremeció en su silla.
            -¿No pueden añadir el lunar?
            -Me temo que eso es imposible.
            -¡Es terrible! ¡Mírala, Ricardo! Ni siquiera parece una persona –Lobelia se llevó la mano a la frente con desesperación.
            -No se preocupen –sonrió el dependiente- Después de todo un Gines nunca se estropearía al caer por las escaleras. Claro que no se puede decir lo mismo de su hija.
Lobelia lo fulminó con la mirada.
            -La política de nuestra empresa promueve la diversidad y la estética en nuestros productos. Cualquier sinónimo de imperfección es erradicado en nuestros androides.
Alguien llamó a la puerta, entrando en la oficina tras los golpes. La figura de Lobelia García irrumpió en la estancia posando una taza de café sobre el escritorio y, a diferencia de la clienta García, esta tenía una dentadura perfectamente alineada y una nariz cuidadosamente proporcionada.
            -Gracias, Gines 210 –dijo el dependiente.
Ricardo y Lobelia se miraron confusos mientras el dependiente se recostaba en su silla de alto respaldo acolchado. La réplica robótica de Lobelia se quedó en pie mirando a los dos clientes mientras que la hija androide se situaba tras ellos. El dependiente se miró la muñeca, donde un reloj digital reflejado sobre su piel marcaba las 13:50.
            -Como decía, cualquier sinónimo de imperfección. Por favor, acompáñennos y procederemos a la destrucción de moldes.