Señores y señoras, amigos del
Dr. Sancho de Matienzo, meneses todos, agárrense a sus asientos porque nuestro
fanático en serie particular, Jorge Erostarbe, está de vuelta con una
recomendación de lo más singular. La cosa, por supuesto, va de series y, no sé
lo que ocurrirá con ustedes pero a mí, faltaría más, me ha convencido. Será
cosa de la emoción que le pone o, ¿cómo no?, de su labia, el caso es que yo no
voy a tardar mucho en darle una oportunidad a la locura utópica. ¡Gracias,
Jorge! Y... ¡Enhorabuena! Por aquí te esperamos con los brazos y los ojos bien abiertos.
En el mundo audiovisual hay
cosas raras, muy raras, desde máquinas maquiavélicas para dejar a un lado la
violencia sin la posibilidad de pestañear -¡enorme Kubrick!- hasta series
irreverentes y, repito, raras, como lo es Utopía.
Esta rápida miniserie repleta
de acción y calidad comienza con un cómic, que al principio parece ser una
locura sin sentido con un argumento un tanto… ¿oscuro, quizá? Pero sucede habitualmente
que las cosas simples acarrean grandes sucesos y eso es lo que el cómic “Los
experimentos Utopía” desencadena.
Este manuscrito, llamémoslo así,
relata los aterradores experimentos de un científico loco y, sin sentido
aparente, cuenta elementos que se relevarán importantes a lo largo de este
fantástico telefilme de Channel 4, la cadena televisiva inglesa, que, por
desgracia, ha decidido cancelarlo tras el muy mejorable final de la segunda
temporada.
Como iba diciendo, este cómic
posee una información muy valiosa, y en su segunda parte desgrana de manera
enrevesada una serie de caminos para conseguir elaborar una vacuna que
esterilice a la casi totalidad de la población mundial. Será entonces cuando, como
ya he contado, un pequeño grupo de sufridores inocentes protagonizará grandes
sucesos, que nos pondrán en su piel y, en cierto modo, nos harán posicionarnos
en el lado de los “malos” o en el de los “buenos”, si es que podemos llamarlos
así, pues los personajes destacan por su complejidad.
El reparto no sobresale
especialmente pero sí que cumple perfectamente con lo que una serie de actores
debe hacer para transmitir todo lo necesario en argumentos como estos; desde
caras de agobio hasta asquerosas, pasando por llantos, terror, gritos, seriedad
y momentos, realmente extraños, encabezados por la maravillosa Jessica Hyde.
El apartado visual resulta
bastante placentero, pues nos presenta una saturación poco común que hace
resaltar los colores y nos coloca en escenarios originales y realmente
preciosos -este apartado mejora en la segunda temporada- y con efectos bastante
bien recreados, sobre todo en cuanto a las muy numerosas apariciones de
“nuestro amigo el vino tinto”, como Alexander acostumbra a decir en la ya aludida
película La naranja mecánica.
También cuenta con un guion bastante
bueno, aunque, eso sí, un tanto enrevesado para ser contado tan rápido y con
tanto contenido.
En resumen, os recomiendo esta
serie encarecidamente, pero os recomiendo otras antes, como la versión inglesa
de House of Cards, o la ya reseñada el
curso pasado Breaking Bad, aunque
creo que mis coetáneos del instituto preferiréis una serie tan veloz, y repleta
de acción como Utopía que otras que
tratan exclusiva y únicamente de política.
Si os ha gustado la reseña y lo que he contado
sobre esta serie, no dudéis en pasaros por la web de Channel 4 si no tenéis
problema con el inglés. Si tropezáis con esta lengua, compraos el DVD con ambas
temporadas con un doblaje, as usual,
peor que el original.
¡Muchas gracias por vuestra atención!
Jorge Erostarbe (3º ESO)
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