Como abanderado y adalid
de todos vosotros, mis jóvenes amigos, nos envía Fernando, letraherido de 4º de
la ESO, esta breve pero precisa y más que sugerente reseña, que nos invita a todos
a devorar Memorias de Idhún y viene a
demostrarnos que... ¡sí! los estudiantes leéis; y por propia iniciativa, además
-sponte sua, que dirían los latinos-.
Por aquí ya lo sospechábamos, porque mis latinistas de 4º me abandonan en
bloque cada vez que el Bibliobús “aterriza” por estos pagos. De todos modos,
siempre es agradable encontrar regalos como éste en el buzón. Aquí os espero y
a ti, Fernando, gratias plurimas tibi
habeo!
Esta es una trilogía que
he comenzado a leer recientemente y, pese a ser libros bastante gruesos, son
muy fáciles de leer.
La historia comienza
cuando Jack, un chico de trece años, es salvado por Alsan y Shail de las manos
de Kirtarh, un asesino enviado por Ashran el Nigromante. Sus rescatadores lo
llevan a Limbhad, un refugio mágico y secreto oculto en la Tierra. Allí conoce
a Victoria y descubre la existencia de Idhún, un mundo mágico que ha sido
invadido por los sheks, serpientes
aladas, a las órdenes de Ashran el Nigromante.
Por Fernando Pérez Sañudo (4º de la ESO)
Post Scriptum: Aprovechando que el
Pisuerga pasa por Valladolid, ahí va un pequeño desafío para todos mis
latinistas. ¡Premio para el primero que explique correctamente en un comentario
a esta entrada la etimología de Nigromante! ¡Hagan juego, señores!